Un reciente proyecto de arte, el cual ayuda a una computadora antigua a escribir bonitas cartas de amor, ganó el premio británico como la mejor iniciativa de conservación histórica de una antigua computadora.
El proyecto bautizada como LoveLetters (cartas de amor) recreó un peculiar programa que permitió a la máquina de 1952, Ferranti Mark I, componer bonitas cartas amorosas.
El original genio creador de este proyecto, el doctor David Link, recibió el famoso premio Tony Sale por su impecable trabajo de conservación.
Este nuevo premio fue inaugurado recientemente y fue creado en la memoria de Tony Sale, quien encabezó muchísimos esfuerzos en cuanto a la conservación de las computadoras antiguas en todo el Reino Unido hasta su lamentable muerte en el año de 2011.
“Estoy extremadamente motivado en seguir los pasos de un coloso como lo era Tony Sale,” dijo Link después de recibir su tan merecido premio.
Tony Sale fue un ingeniero muy brillante reconocido por la reconstrucción del computador Colossus, además de fundar el Museo Nacional de Computación británico en Bletchley Park y la también de la Sociedad de Conservación de Computadoras.
El código perdido
Originalmente, el programa LoveLetters fue escrito por el pionero en ingeniería de software Christopher Strachey a principio de los tan recordados años 50. Strachey, junto con Alan Turing, fueron prácticamente los primeros en escribir software para la Manchester Mark I, la cual era una de las primeras computadoras con programas almacenados.
La computadora Ferranti Mark I fue basada en la máquina Manchester y fue una de las primeras computadoras que estaban disponible para el uso en general a un nivel comercial.
La máquina era cotidianamente usada con el fin de realizar operaciones matemáticas complejas. Pero sin embargo, Strachey le buscó un uso más fantástico al escribir un programa que generaba varios textos con el propósito mero de despertar emoción. La romántica máquina componía las bonitas cartas siguiendo reglas gramaticales y también usando palabras sacadas al azar de un pequeño léxico.
Link informó que recrear el programa de Strachey fue un reto ya que las técnicas de programación modernas son muy distintas a las usadas años atrás. Las notaciones usadas para ilustrar el registro escrito del código del software eran muy difíciles de descifrar.
Link codificó un emulador, el cual imitaba el funcionamiento de la máquina Ferranti para examinar su reciente recreación del código de LoveLetters. Pero desafortunadamente, no funcionó muy bien porque una parte clave del programa encargado de imprimir las cartas de amor estaba extraviado por completo, por lo que Link se vio en la tarea de escribir un nuevo código para grabar las cartas y hacer que funcionara el programa.
¿Te gustaría ver esta máquina en pleno funcionamiento?