Al parecer las malas noticias no terminan de llegar a Uber. Anteriormente hubieron muchos problemas con su CEO, tanto que llevaron a que renunciara y en su lugar estuviera designado uno nuevo: Dara Khosrowshahi.
Hoy las malas noticias son que el departamento de tránsito de Londres ha revocado la licencia a Uber para que pueda operar sus viajes de pasajeros en la capital británica.
Consultados, han dicho que esta revocación se ha debido a que Uber no cumple con todas las medidas legales y tributarias para poder operar en dicho país.
Esta medida comenzará a regir a partir del próximo 30 de Septiembre de 2017, y afectará a unos 3,5 millones de usuarios que se reparten entre 40 mil conductores de Uber en Londres.
Uber obviamente no acepta esta decisión tan drástica del gobierno británico.
Uber apelara la decisión en los próximos 21 días, aunque parece una difícil decisión de revertir, ya que el organismo que regula el transporte en Londres manifestó que la empresa había demostrado una falta de resonsabilidad para resolver las normas de seguridad pública a las que deben acatarse.
Estas normas que no han cumplido se refieren puntualmente a cómo Uber ha actuado cuando han habido ofensas criminales y actos ilegales involucrados con conductores y pasajeros, así como también en la forma en que se han certificado a nivel de aptitud médica a cada uno de sus conductores.
También se lo acusa de usar Greyball, un software que permite identificar y denegar el servicio a ciertos usuarios, sobre todo a los organismos fiscalizadores que siempre han querido agarrar a Uber “con las manos en la masa”.
Uber llega trabajando en Londres desde 2012, y ha seguido firme en su servicio a pesar de (como en todas las ciudades del mundo) tener fuerte resistencia por gremiales del servicio de taxi.
Veremos en qué queda esta decisión, si Uber se adapta a las reglas que pide el gobierno británico, o bien si se quedan sin operar en Londres, cosa que dudamos realmente quieran.