¿Creías que en dos o tres años ya podrías tener un smartphone flexible en tus manos? Pues lamentablemente te equivocas. Si bien la tecnología de fabricación de los teléfonos móviles ha avanzado mucho en los últimos años, fabricar smartphones flexibles es harina de otro costal. El Galaxy Round, como bien sabemos, tiene una pantalla curva, y su precio en Corea del Sur es de $1000 dólares cada uno, pero no tiene ese precio en vano. Crear una pantalla que además de curva sea flexible, es todo un reto.
De hecho, hoy en día fabricar pantallas curvas es de por sí un proceso complicado y además caro. Los fabricantes de pantallas siguen dando vueltas al asunto, pero todavía no han logrado encontrar un método para producir millones de pantallas de este tipo sin que el proceso cueste toneladas de dinero.
Según Max McDaniel de Applied Materials, los teléfonos flexibles con los que todos soñamos estarán llegando al mercado recién dentro de un par de décadas. Applied Materials fabrica distintas cosas, y una de esas cosas son equipos que a su vez son usados para fabricar pantallas en masa (es el mayor proveedor mundial). Si una compañía tan cercana al tema dice que los smartphones flexibles no llegarán al mercado pronto, entonces probablemente esté en lo correcto.
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