En el mercado móvil actual, Android es la plataforma dominante, seguida por iOS de Apple. El gran dominio de Android se debe a que es un sistema operativo de código abierto, gracias a lo cual muchas compañías pueden utilizarlo en sus dispositivos o incluso modificarlo a su gusto. Esto es totalmente opuesto a lo que ocurre con Windows Phone, la plataforma móvil de Microsoft.
Windows Phone no es un sistema operativo malo, pero hay tres cosas que han impedido que tenga éxito: no es de código abierto, se debe pagar una licencia y además llegó al sector un poco tarde (casi a fines de 2010). Recientemente, el anterior CEO de Microsoft, Steve Ballmer, ha admitido que la compañía cometió algunos errores a la hora de competir en el sector de los dispositivos móviles.
En una visita a Reino Unido realizada hace poco, Ballmer dijo que hoy en día Microsoft podría tener una mayor presencia en el mercado móvil si pudieran volver 10 años en el tiempo. Es probable que muchos no lo sepan, pero fue hace exactamente 10 años cuando la compañía de Redmond canceló los planes para una plataforma móvil que estaba desarrollando (proyecto retomado más tarde en 2008/09), aunque quizá el ex-CEO se esté refiriendo a algo más con su comentario.
Ballmer sabe muy bien que lamentarse por los errores cometidos no sirve de nada, en lugar de eso es más productivo tratar de aprender a partir de dichas equivocaciones. Si bien Microsoft perdió su gran oportunidad en el sector móvil, quizá tenga más éxito en el mercado de los smartwatchs y las gafas inteligentes, ya que esas serán las nuevas modas que estarán llegando al sector de la tecnología durante 2014.