La PNAS de Estados Unidos ha dado a conocer un nuevo reporte en torno al sueño y el uso de ciertos dispositivos para leer libros electrónicos, como por ejemplo las tabletas y los populares lectores de libros (o e-readers). El informe no se enfoca en todos los dispositivos de este tipo, sino en aquellos emisores de luz, haciendo comparaciones con los que no emiten luz y con el acto de leer libros impresos usando una fuente de luz externa.
El estudio se llevó a cabo luego de que una encuesta indicara que el 90% de los adultos estadounidenses usaban un dispositivo electrónico varias veces a la semana al menos una hora antes de ir a dormir. El informe cita además algunos estudios previos que muestran que la luz artificial tiene un impacto negativo en la producción de melatonina y en el reloj natural del cuerpo. Dado que la mayoría de los lectores de libros y las tabletas bombardean al usuario con una emisión de luz, investigadores y personal de varios hospitales sugieren no usar un dispositivo de este tipo al menos una hora antes de dormir, ya que la calidad del sueño se puede ver perjudicada.
El informe ha indicado que los lectores de libros electrónicos hacen que el usuario pierda el sueño y tarde más en dormirse, lo cual tiene su impacto al día siguiente, ya que la persona se sentirá con más sueño al despertar. Quienes no usan este tipo de dispositivos tienden a contar con una mejor calidad de sueño en comparación con quienes sí los usan.
Con respecto a quienes leen libros impresos antes de dormir, resultados similares han sido encontrados, aunque el impacto parece ser menor en comparación con aquellos que hacen uso de e-readers y tabletas.
Los resultados de la investigación aún se consideran preliminares, y por supuesto hacen falta llevar a cabo más pruebas, pero nunca viene mal tenerlo en cuenta.