No hay nada como un arcoiris: fugaz, hermoso y natural, son una pequeña y bella sorpresa que la naturaleza nos regala. Pero, ¿por qué debe decidir la natural cuando regalarnos uno de estos?
Eso es lo que piensa Michael Jones McKean, quien ha inventado una máquina que sirve para generar arcoiris artificiales gracias al agua de lluvia que recoge y a la luz del sol. La máquina usa varias bombas de inyección del alta potencia y unas boquillas de fuente modificadas para rociar el agua en el aire, creando así las condiciones para que un arcoiris aparezca.
Si quieres verlo en acción, podrás hacerlo en el Bemis Center for Contemporary Arts en Omaha en junio.