Sony está en medio de algunos cambios importantes a nivel interno y en los sectores en los cuales vende productos. Una de las muchas cosas que Sony vendía hasta hace poco eran notebooks. La compañía optó por vender su línea de portátiles VAIO a una firma japonesa, y desde entonces la situación financiera ha decaído un poco. Sony ha dado a conocer parte de los resultados del año fiscal que terminó el 31 de marzo: parece que han tenido una perdida de aproximadamente $1300 millones de dólares, lo cual es un duro golpe para casi cualquier compañía hoy por hoy.
Si bien la PlayStation 4 está teniendo mucho éxito y se venden muchas unidades, estas ventas no son suficientes para equilibrar la balanza. La decisión de Sony de dejar de vender laptops puede no haber sido muy buena después de todo. Solo para salir de este sector la compañía tuvo que gastar casi $300 millones de dólares adicionales, para que se hagan una idea.
Cuando una compañía lleva muchos años en un sector del mercado y de pronto lo deja de lado las consecuencias pueden ser importantes. En este caso los chicos de Sony no pudieron predecir adecuadamente los números y las pérdidas han resultado mayores a lo esperado.
¿Logrará la japonesa retomar el vuelo mediante la venta de sus otros productos?