Hong Kong siempre ha tratado de mantener la contaminación del aire al mínimo, tanto es así que en la cancha de golf del Jockey Club Kau Sai Chau en colaboración con la universidad de Hong Kong y la compañía dinamarquesa SolarDrive se han implementado carros que funcionan en base a la energía solar; capturan la misma y la usan para moverse, incluso en días nublados. La SolarDrive perfecciona las baterías que potencian los carros, los que llevan un panel solar de larga vida con celdas mono o poli-cristalinas protegidas por vidrio solar templado que proporciona excelente luz y transmisión de energía. Incluso en los días nublados producen suficiente energía mientras son conducidos. El proyecto de 45 millones de dólares de SolarDrive es parte de un proyecto de mantenimiento del ambiente de toda la ciudad. Con la tecnología se apunta a reducir las emisiones de carbón unas 30 toneladas por año.