Hace bastante tiempo que no publicamos nada relacionado con la ecología o con el mejor aprovechamiento de distintos recursos, así que hoy hemos tenido la idea de compartir una noticia de este tipo con ustedes. La electricidad es estupenda, es el motor de la civilización actual de hecho, y las pilas generan electricidad para hacer funcionar distintos dispositivos, pero el problema de las pilas/baterías es que el calor que se genera durante el proceso es desperdiciado, cuando en realidad podría utilizarse. Un grupo de científicos de la Universidad de Stanford han ideado una forma de convertir este calor desperdiciado en electricidad.
El principio del efecto termogalvánico (palabrita nueva y poco conocida) se encuentra detrás de este genial descubrimiento. Básicamente, lo que se dice es que la temperatura es capaz de afectar el voltaje de una batería recargable. Lo que los científicos hacen es utilizar el calor que se desperdicia para calentar la batería cuando la misma está sin carga. La batería posteriormente conservará la temperatura mientras se cargue, y una vez que está totalmente cargada es enfriada, lo cual permite que su voltaje aumente. Una vez esté totalmente fría, contará con más energía de la que recibió durante el proceso de carga.
El concepto en realidad no es nuevo: las primeras pruebas se realizaron durante la década del 50′, pero el problema es que en aquella época la ciencia no contaba con todas las herramientas ni con la tecnología necesaria para aprovechar el calor. Ahora, gracias a los avances en el área de las baterías y de la electricidad, este tipo de procesos ya se pueden llevar a cabo en ambientes controlados (no se les ocurra hacer experimento raros en casa).
Aún así, el sistema todavía tiene sus contras: en primer lugar, funciona solamente con baterías grandes, y en segundo lugar el tiempo que la batería tarda en recargarse es mayor al usual, aunque como ya dijimos la energía que recibe del cargador es la misma. Aún hay detalles por pulir, pero esperamos que esta tecnología pueda estar llegando a los hogares en un par de años.