Si no lo sabias permiteme decirte que hay un lado oscuro en la web: un conjunto de sitios que están siendo usados por los criminales como soporte para sus actividades ilícitas. Esta recibe varios nombres: darknet, dark web, internet oscura o internet oculta, web oscura, entre muchos otros.
La llamada internet oscura adquirió fama en el 2013, cuando se descubrió que, en uno de los muchos websites que la integran, existía una tienda que vendía narcóticos, armas, pornografía infantil e, incluso, servicios de asesinos profesionales. Tenia por nombre Silk Road o “Ruta de la seda”, en español. Cayó como resultado de un operativo del FBI. El escabroso descubrimiento trajo a la luz la gestación de un inframundo en la web, un paraíso para los criminales, donde estos podían llevar a cabo sus fechorías con facilidad, sin ser detectados por las autoridades.
Un estudio realizado por la Universidad de Portsmouth (en el Reino Unido) reveló que cuatro de cada cinco visitas (80 por ciento) al territorio oculto de la red se relacionan con portales de contenido pedófilo.
Las visitas restantes a este mundo oscuro se dirigen a sitios enfocados en drogas, contrabando, cibercrimen, armas, entre otros. Llegar a la zona más oscura es difícil para los usuarios del común. Portales a semejanza de Silk Road han proliferado en los últimos años. Las direcciones de los sitios usados por los criminales son difíciles de obtener. Por lo general, son compartidas entre personas que están involucradas con grupos al margen de la ley y no se distribuyen de forma pública.
La web oscura y constante evolución
Actualmente, el navegador predilecto para acceder a las capas profundas de la web es Tor, aunque existen otras plataformas, como Freenet, que también ofrecen privacidad de navegación a los usuarios.
Estos navegadores se pueden utilizar tanto para visitar sitios de la web superficial, como Facebook, como sitios de la internet oscura. Un porcentaje mayoritario de los usuarios (alrededor del 90 por ciento) no acuden a Tor y similares para sumergirse en los ámbitos delictivos, sino simplemente para proteger su identidad cuando acceden al ciberespacio.
Tendencias
1. Su uso crece a ritmo acelerado, siendo un problema significativo para las autoridades. Encontrar a un cibercriminal en la web oscura es tan difícil como hallar una aguja en un pajar. Y ese pajar cada día es más y más grande.
2. Algunos gobiernos prohíben el uso de Tor y sistemas similares. Así como han surgido debates relacionados con la conveniencia de soportar el crecimiento de plataformas de mensajería con tecnologías de cifrado para protección de datos, lo mismo ocurrirá con la internet profunda: empezará a enfrentar el cuestionamiento de grandes organizaciones globales.
3. Su uso por parte de los criminales aumentará. No es algo difícil de discernir. Ya que su popularidad entre las organizaciones ilícitas crecerá en los próximos años y ello supone un desafío para los gobiernos.
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