La población de Corea del Sur, y principalmente los jóvenes, parecen estar cada vez más interesados en los videojuegos. Títulos como League of Legends, Starcraft o World of Warcraft son algunos de los más jugados. En los últimos años han surgido gran cantidad de locales orientados a ofrecer servicios de videojuegos, donde cientos de jugadores se reúnen cada día. Pero todo este “boom” de la industria de los juegos no ha ocurrido sin consecuencias: se han registrado múltiples incidentes relacionados con la adicción que sufren los jugadores. Debido a esto, el gobierno está considerando una nueva ley que regularizará a los videojuegos de la misma forma que sucede con el alcohol y productos similares.
Miembros del gobierno, profesores e incluso representantes de la industria de los videojuegos están de acuerdo en que la situación se está saliendo de control. Aún así, hay quienes no creen que sea adecuado catalogar a los jugadores de “adictos”, y dicen que de eso en realidad deberían encargarse las autoridades médicas. Una ley está siendo estudiada para ponerle freno a este suceso, debido a los muchos casos conflictivos que se han presentado en varias oportunidades.
Algunos de los casos de adicción a los videojuegos más famosos que se han dado en el país implican tanto a jóvenes como adultos. En una ocasión, un niño asesinó a sus padres porque no lo dejaban jugar, mientras que una pequeña de 3 meses murió de hambre debido a que sus progenitores la dejaron sola para asistir a una jornada de partidas en un local de juegos. Eso no es todo: a los titulares también llegó la noticia de un hombre que murió por deshidratación y un fallo cardíaco luego de haber estado jugando durante varios días seguidos.
El consumo de videojuegos sin pasarnos de la raya no es malo, lo que en realidad resulta malo es el consumo excesivo, ya que puede derivar en situaciones como las ya mencionadas.