Parece que tanto Intel como Microsoft opinan de forma similar cuando se trata de la tecnología de pantallas touch. Con el lanzamiento de Windows 8 para la arquitectura x86 y de Windows RT para la ARM, Microsoft ha querido dejar bastante en claro cuáles son los métodos “preferidos” para navegar a través de su sistema operativo, e Intel, en vez de hacerle la contra, decidió seguir el juego de la compañía de Redmond, dando a conocer a sus asociados que de ahora en más cualquier ultrabook que vaya a llevar un procesador Core de cuarta generación (Haswell) tendrá que tener una pantalla touch. ¿Qué quiere decir esto? Pues que a partir de ahora los nuevos modelos de ultrabook que sean lanzados en los próximos meses tendrán una pantalla touch, nos guste o no.
Según Kirk Skaugen, gran cantidad de portátiles con procesadores Haswell de Intel ya cuentan con una pantalla touch, y al parecer es cuestión de tiempo para que todos los futuros modelos también sigan este mismo camino.
Lo que Microsoft pretende hacer es obvio: popularizar la interfaz touch de Windows 8. Pero la compañía se podría encontrar con un problema, ya que las ultrabooks en realidad representan una parte bastante pequeña de la venta de equipos Windows. Esto quiere decir que aunque Intel y MS unan fuerzas, las pantallas touch a nivel de computadoras y portátiles todavía tienen un largo camino que recorrer para llegar a ocupar un sector importante del mercado.