Cuando Satya Nadella asumió como CEO de Microsoft tenía claro a donde quería ir: la nube. Centralizar todos los servicios de Microsoft en el Cloud trajo un nuevo rumbo a la famosa empresa: hacer una gigante reestructuración, es decir, eliminar divisiones, mover empleados y a otros despedirlos.
Cuando comenzó la era Nadella en Microsoft en 2014, el CEO anunció que comenzaría con un despido masivo de 18 mil puestos de trabajo. En 2015 se despidieron casi 8 mil empleados de la vieja área relacionada a Nokia en Finlandia, algo que era más que lógico dado que no hubo un gran avance entre la fusión Nokia + Microsoft.
En 2016 siguiendo con la misma tendencia se despidieron unos 6 mil empleados de la divisón de móviles. Y en 2017 Nadella ha dado la firme orden de recortar unos 3 mil puestos de trabajo de Microsoft.
Estos despidos masivos aparte de ser necesarios para no seguir perdiendo dinero en divisiones donde no hay avance como la de móviles, también vienen de la mano de la gran reestructuración que está teniendo Microsoft al portar la gran mayoría de sus servicios a la nube.
El cloud está causando una revolución en todas las empresas y Microsoft no es ajeno a ello. Los servicios requieren de movilidad, disponibilidad 24 horas y seguridad de datos, y el Cloud, accesible desde cualquier dispositivo móvil o lapto es el perfecto aliado para esta gran reestructuración que está ocurriendo en Microsoft.
Y si será importante la nube para Microsoft, que Azure llegó a tener un incremento en ingresos de casi un 93%, mientras que toda la división Cloud de MS ha crecido un 15% durante el último año.
Con grandes competidores como Amazon AWS y Google Cloud dominando el campo de los negocios en la nube, no es de extrañar que la compañia de Redmond quiera también luchar por un gran pedazo del pastel.