La función principal de Snapchat fue lo que hizo que el servicio se volviera muy popular, particularmente entre adolescentes y jóvenes, para quienes está orientada esta aplicación. Snapchat es, para quienes no lo conocen, un servicio de mensajería efímera.
En otras palabras, Snapchat nos permite compartir fotos que se “autodestruyen” algunos segundos después de haber sido enviadas. Bueno, no es que la foto sea eliminada, sucede que el receptor simplemente dejará de poder verla, y para verla de nuevo tiene dos opciones: pagar o hacer una captura de pantalla (y en este último caso el emisor recibirá una notificación).
Un servicio como Snapchat en múltiples ocasiones ha tenido problemas a nivel de privacidad, lo cual no es nada sorprendente teniendo en cuenta su función y el público al cual está orientado.
En ese sentido, recientemente se ha realizado una actualización de la política de privacidad del servicio, y a partir de ahora Snapchat se ha dado el poder de distribuir y usar las fotos de los usuarios de la forma que le plazca.
Al usar Snapchat, el usuario básicamente le está dando a los administradores el derecho a “almacenar, usar, mostrar, modificar, publicar” (y un sinfín de verbos más) cualquiera de sus fotos enviadas mediante el servicio.
Quienes más estén preocupados por su privacidad por supuesto deberían dejar de utilizar un servicio como Snapchat en forma inmediata. Aún así, es probable que a la mayoría de los usuarios no les preocupe este cambio en las políticas.
¿Qué opinas al respecto? ¿En alguna ocasión has probado esta app?