Una vez más, el FBI estadounidense ha solicitado a las compañías del mundo de la tecnología que retiren la codificación de datos que viene programada por defecto en los dispositivos. Quizá recuerden que el mes pasado el director del FBI, James Comey, realizó declaraciones similares contra gigantes del sector como Apple o Google. Recientemente, en el Brookings Institute, Comey volvió a mencionar el tema, indicando que las codificaciones solo harán que las tareas de investigación del FBI se vuelvan más difíciles cuando sea necesario recoger evidencia de dispositivos varios.
Comey ha indicado que “El FBI ha jurado tratar de proteger a los estadounidense ante el crimen y el terrorismo, y la tecnología se ha convertido en una herramienta más de algunas personas muy peligrosas. Desafortunadamente, la ley y la tecnología no siempre han estado de acuerdo, y esta falta de entendimiento ha dado lugar a un serio problemas de seguridad”. La principal queja del director es la dificultad que se le presenta al FBI al tratar de acceder a datos de dispositivos que puedan ser evidencia, incluso cuando cuentan con la autorización legal para hacerlo. “Tenemos la autorización para interceptar y acceder a las comunicaciones, pero a veces nos hacen faltas ciertas habilidades técnicas para esta tarea”, añadió.
Luego de las filtraciones realizadas por Snowden el año pasado, compañías como Google, Microsoft o Apple se comprometieron a mejorar la seguridad y privacidad de sus servicios, y en el caso de la manzana y del gigante del buscador hay nuevas codificaciones para los datos de los usuarios que usan dispositivos iOS y Android. Aún así, hay quienes todavía creen que estas firmas siguen colaborando con agencias de inteligencia en secreto, otorgándoles la información que solicitan.
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