Las computadoras y la mayoría de los dispositivos que usamos en el día a día son realmente estupendos, porque nos permiten hacer toda clase de cosas y además podemos guardar en ellos toda clase de archivos e información, lo cual es posible gracias a las unidades de almacenamiento.
Hoy vamos a sumergirnos en este mundo de los dispositivos de almacenamiento que usamos a diario, muchas veces sin darnos cuenta.
¿Qué son las unidades de almacenamiento de datos?
Se trata como decía de dispositivo que están orientado al almacenamiento de información, lo cual es posible cual se encuentran conectados a una computadora, teléfono móvil, etc. Las unidades de almacenamiento tienen una capacidad de escritura, es decir, se puede “escribir” datos en ellas.
A su vez, también disponen de una capacidad de lectura, de manera tal que los datos que se han guardado posteriormente puedan ser leídos, es decir, que podamos ver qué es lo que está guardado. Como datos en este caso podemos entender cualquier tipo de archivo o carpeta que se guarde en la unidad de almacenamiento, ya sea fotos, videos, música, documentos, hojas de cálculo, etc.
La idea entonces detrás de las unidades de almacenamiento es contar con un medio para poder guardar información de forma permanente y posteriormente poder acceder a la misma cuando sea necesario.
Si los datos a los cuales intentamos acceder no están disponible puede ser por diversas razones, como fallos físicos en la unidad, corrupción en el proceso de guardado de datos, o directamente porque fueron borrados previamente.
En general los dispositivos de almacenamiento son considerados una memoria secundaria, ya que son más lentos que la memoria primaria, la cual está conformada en su mayor parte por la memoria RAM.
La diferencia principal es que este tipo de memoria es efímera, es decir, sirve para guardar contenido solamente mientras el equipo está encendido, ya que en caso de apagarse esos datos se perderán.
Con la memoria secundaria no ocurre esto, ya que el objetivo es que los datos se puedan almacenar de forma permanente, estando disponibles incluso luego de que una computadora sea apagada y encendida, aunque claro pueden darse como los que mencionábamos en las cuales por distintas razones los datos podrían volverse inaccesibles.
Las unidades de almacenamiento se pueden encontrar tanto en el interior como en el interior de la computadora, es decir, existen unidades de almacenamiento internas y unidades de almacenamiento externas.
El mejor ejemplo de una unidad de almacenamiento interna es sin lugar a dudas el disco duro, mientras que un ejemplo clásico de una unidad de almacenamiento externa es el llamado pendrive o memoria USB.
¿Y cuántas clases de unidades de almacenamiento hay ahí fuera? Pues la verdad es que existen muchas, y solo por mencionar algunas podemos citar los discos duros, las unidades SSD, los CDs, los DVDs, los discos Blu-ray, las memorias flash, los pendrives o memorias USB, los discos duros portátiles, las tarjetas de memoria, los clásicos y ya extintos disquetes, entre otros.
Tipos de unidades de almacenamiento de las computadoras
Dispositivos de Almacenamiento de Información por Medio Magnético
Este tipo de unidades de almacenamiento se encuentran entre las más viejas que existen, es decir, su tecnología fue introducida hace ya varias décadas pero sigue siendo utilizada hoy en día, por supuesto a distintas escalas.
Originalmente esta tecnología consistía en grandes dispositivos de almacenamiento que apenas podían alojar unos pocos MB de datos, mientras que al día de hoy en nuestra mano podemos sostener uno con muchos TB de capacidad de almacenamiento.
El mejor ejemplo de un dispositivo de almacenamiento que hace uso de una tecnología magnética es el disco duro, ya sea interno o externo. Este tipo de unidades de almacenamiento funcionan por medio de los que se conoce como dipolo magnético, los cuales forman parte de la unidad.
Como decíamos existen discos duros que son externos y otros que son internos. Los externos son aquéllos que conectamos a nuestra computadora temporalmente para copiar allí los datos que necesitemos, y posteriormente podemos desconectarlo rápidamente para después conectarlo a otra computadora, o incluso a la misma si necesitamos volver a copiar o extraer información.
Por su naturaleza, este tipo de unidades de almacenamiento suelen ser utilizados para almacenar grandes cantidades de datos, lo cual los hace útiles para archivos multimedia como películas o series en alta calidad, así como también para almacenar respaldos de lo que necesitemos.
El disco duro interno de nuestra computadora es similar, solo que está destinado a estar dentro de la computadora, es decir que la idea no es que lo estemos desconectado y conectando a cada momento, ya que eso implicaría tener que desarmar parte del equipo para poder hacerlo, sin mencionar que lo ideal además es hacerlo con el equipo apagado ya que no todos los discos duros ni todas las computadoras cuentan con la tecnología adecuada para hacer el cambio “en caliente”, es decir, mientras el equipo está encendido.
Si hacemos un cambio de disco “en caliente” sin la tecnología adecuada entonces podríamos dañar nuestra computadora, el disco que estamos quitando o el que estamos colocando.
Dispositivos de Almacenamiento de Información por Medio Óptico
Este tipo de unidades de almacenamiento son muy distintas al tipo que vimos previamente, ya que usan tecnologías bastante diferentes. Mientras que las unidades que almacenan información usando un medio magnético se basan principalmente en una combinación de tecnología mecánica, magnética y eléctrica, las que utilizan un medio óptico están basadas en tecnologías eléctricas y mecánicas, dejando el lado magnético por fuera.
Los dispositivos que hacen uso de este medio son capaces de guardar datos y también recuperarlos, es decir que tienen capacidad de escritura y de lectura. Para llevar a cabo este procedimiento se hace uso de un láser, el cual tiene la tarea de escribir o bien leer información que se encuentre almacenada en un medio óptico. Estos medios pueden variar en capacidad y velocidad de lectura y escritura, así como la tecnología en la cual están basados.
Los medios de almacenamiento óptico más conocidos con los DVDs, CDs y por supuesto también los discos Blu-ray. Todos estos medios están basados en tecnologías similares pero poseen capacidades de lectura y escritura distintas, además de claro de tener distinta capacidad de almacenamiento.
Los CDs al ser los más viejos del grupo son los que tienen las peores velocidades, así como la menor capacidad de almacenamiento. Los DVDs son superior a los CDs en estos aspectos, aunque aún así se encuentra muy lejos de los discos Blu-ray, que les sacan una amplia ventaja en todos los sentidos.
Un detalle importante en los tres casos es que no todos los tipos de CDs, DVDs y discos Blu-ray pueden ser regrabados. Lo más básicos solo pueden ser grabados una sola vez, es decir que se puede escribir en ellos una vez sola y de ahí en más funcionarán como un medio de solo lectura. Los que son de doble capa funcionan de forma similar, aunque posee mucha más capacidad de almacenamiento. Finalmente están los regrabables, en los cuales se pueden escribir información hasta miles de veces, y por supuesto puede ser leída todas las veces que queramos.
Se estima que la vida útil de los medios ópticos es de aproximadamente 10 años, así que conviene que cada pocos años se verifique su correcto funcionamiento en caso de tenerlos almacenados durante mucho tiempo.
Para la escritura de información en estos medios, el sistema hace uso de un láser que se encarga de “quemar” los datos en la superficie de la parte posterior del disco, la cual está hecha de un material especial destinado a este uso. Cuando se debe realizar una lectura, también se utiliza un láser, aunque este tiene el propósito de leer la superficie del disco, es decir, no realiza ninguna modificación sobre la misma.
Dispositivos de Almacenamiento de Información por Medio Electrónico
El tercer tipo de dispositivo de almacenamiento de información es el que hace uso de un medio eléctrico, es la tecnología más reciente en ese sentido (aunque no es exactamente nueva), y además es la más estable y prometedora de las tres. Las unidades de almacenamiento de este tipo se basan principalmente en un método que hace uso de circuitos electrónicos, es decir que se dejan de lado otras tecnologías que hacen uso de medios mecánico y magnéticos como en los tipos previos.
Esta es una tecnología que no es exactamente nueva como ya decíamos, existe en el mercado hace ya dos décadas aproximadamente, pero aún así sigue siendo considerada como cara, aunque esto último puede variar dependiendo del dispositivo que la utilice, ya que no es lo mismo considerar caro a un pendrive de baja capacidad que a una unidad SSD de alta capacidad.
Los tres mejores ejemplos de este tipo de tecnología son la ya mencionadas unidades SSD, los pendrives o memorias USB y por supuesto las tarjetas de memoria, estas últimas más comunes en el mundo de los teléfonos móviles, cámaras de foto, cámaras de video, etc. En todos los casos la capacidad de almacenamiento es el talón de Aquiles de esta tecnología, ya que una unidad de alta capacidad puede tener un costo muy elevado frente a una unidad de similar capacidad pero del tipo magnético u óptico.
¿En dónde radica la ventaja de las unidades de almacenamiento por medio electrónico entonces? Pues se destacan en varios aspectos, siendo estos la velocidad, la portabilidad y el poco espacio que requieren, sin mencionar claro que podemos usarlas para guardar y leer información tanto como queramos, es decir, en ese sentido no están limitadas como los medios ópticos por ejemplo.
Los dispositivos de almacenamiento por medio electrónico suelen ser considerablemente más rápidos que los otros tipos. Para que nos hagamos una idea, una unidad SSD común y corriente es unas 5 o 6 veces más rápida que un disco duro común, mientras que las mejores del mercado pueden llegar a superarlos en decenas de veces.
Las memorias USB como los pendrives, y las tarjetas de memoria que usamos en nuestros teléfonos, también se han vuelto muy rápidas, estando a la par de un disco duro y por supuesto siendo mucho menor en tamaño, lo cual a su vez hace que sean más portátiles y fáciles de transportar.
La tecnología de estas unidades se basa en circuitos eléctricos como ya decíamos, y esto en parte hace que sean parecidas a las memorias RAM, aunque tienen dos diferencias claves comparadas a estas últimas: no son ni por asomo igual de rápidas pero tienen la capacidad de guardar datos en forma permanente.
Ejemplos de unidades de almacenamiento
Como decíamos previamente existen tres tipos de unidades de almacenamiento, que son las magnéticas, las ópticas y las eléctricas. Esto por supuesto es solo una clasificación, dado que también se podrían clasificar según su capacidad, su velocidad de escritura y lectura, si pueden reescribirse, etc.
Veamos ahora un poco más a fondo cuáles son los distintos ejemplos de unidades de almacenamiento con los cuales nos podemos topar. Algunas de las que mencionaremos ya ni siquiera se siguen produciendo y probablemente estarían mejor en algún museo de la informática.
Disco duro: es la unidad de almacenamiento más usada del mundo. Esta unidad se basa en una tecnología magnética que se originó hace décadas, aunque claro por el paso del tiempo se han ido mejorando algunos detalles para adaptarse a las tendencias actuales.
Los discos duros son dispositivos buenos, bonitos y baratos, ya que dan una velocidad de lectura y escritura decente, tienen una muy buena capacidad de almacenamiento y suelen tener bajos costos. Existen externos e internos, es decir, discos que van dentro de la computadora y otros que se conectan desde fuera mediante un conector USB por ejemplo, y se suelen utilizar como medio de respaldo por lo general.
Unidad de estado sólido (SSD): la unidad de estado sólido es lo que normalmente llamamos disco SSD, un término que en realidad está mal aplicado pues no es un “disco” como tal similar al disco duro, de hecho su tecnología de almacenamiento es muy distinta, así que sería más correcto llamarla unidad SSD.
Dejando de lado el nombre que les demos, las unidades SSD se consideran como el mejor medio de almacenamiento interno para una computadora, ya que son extremadamente rápidas. Por supuesto no todo es color de rosa: la tecnología que usan es cara, y esto hace que una unidad SSD de alta capacidad nos pueda costar un ojo de la cara.
En general podemos decir que son el doble o triple de caras en algunos casos si las comparamos con un disco duro, aunque su velocidad de escritura y lectura hace que valgan la pena.
Memorias USB: también conocidos como pendrives, las memorias USB surgieron hace aproximadamente 2 décadas y aún se encuentran entre nosotros, siendo el dispositivo que terminó de matar al disquete, muy popular en la década de los años 90. Las memorias USB suelen tener una buena capacidad de almacenamiento y una velocidad decente para el precio que tienen.
Por supuesto su mayor punto a favor es que son muy fáciles de llevar a cualquier lugar, aunque hoy en día con la presencia de la nube hay quienes opinan que este tipo de memorias ya tienen los días contados.
De todas formas, lo que sí podemos decir es que por mucho que avance la nube las memorias USB no van a morir pronto, dado que no todo el mundo se ha adaptado a la nube informática aún y hay gente que directamente no confía en ella a pleno y prefiere usar medios físicos y tangibles.
Disquetes: y claro, si mencionamos al disquete tenemos que hablar sobre él, y si tienes 20 años o menos es posible que nunca te hayas topado con uno de estos en tu vida, o también es posible que sí si tienes una mente curiosa e investigadora.
En cualquier caso, los disquetes son un medio de almacenamiento ya descontinuado que fue muy popular en los 90’s. Se trataba básicamente de un pequeño disco de almacenamiento con forma cuadrada y que iba colocado en una disquetera o lectora de disquetes, la cual nos permitía grabar y leer información en el disquete.
En cierta forma, se podría decir que el disquete era algo así como una versión muy inferior de las memorias USB, que de hecho como decíamos fueron estas últimas las responsables de la muerte del disquete. Hoy en día el disquete es simplemente un recuerdo en la mente de quienes tuvieron la oportunidad de usarlos, y han sido reemplazados por las memorias USB que son superiores en todos los aspectos.
Tarjetas de memoria: las tarjetas de memoria se popularizaron en los últimos 10 años, ya que antes de eso era poco común verlas. Esto por supuesto sucedió gracias a los smartphones, dispositivos que como sabemos suelen llevar una tarjeta de memoria para expandir la capacidad de almacenamiento del teléfono. Sucede que hay muchos teléfonos en los cuales la memoria interna no es mucha, por lo tanto se requiere una forma de expandirla.
¿Y para qué expandir la memoria interna de nuestro dispositivo usando una tarjeta de memoria? Pues claro para poder guardar más cosas. Gracias a las tarjetas de memoria podemos guardar miles de fotos, canciones, videos y documentos en nuestro móvil sin consumir la valiosa memoria interna del dispositivo, que dependiendo del modelo que usemos puede que no sea mucha.
Las tarjetas de memoria también son usadas con frecuencia en otros dispositivos portátiles como cámaras de foto por ejemplo, aunque hoy en día muchas personas prefieren directamente guardar su contenido multimedia en la nube, o bien usar servicios en la nube como Spotify para así no tener que ocupar espacio en el teléfono.
CD: los CDs cada vez se ven menos, aunque esto no quiere decir que estén descontinuados. Todavía siguen vivos, aunque su popularidad ha bajado considerablemente frente a otras alternativas como los DVD, los Blu-ray, los pendrives y los servicios de almacenamiento en la nube. Probablemente el mayor uso que tienen los CDs en la actualidad sea a nivel de la industria de la música, dado que los álbumes en formato físico todavía se venden, aunque como siempre decimos es una tendencia que cada vez baja más.
Los CDs son un medio de almacenamiento óptico que se pueden leer haciendo uso de una lectora de CDs o similar, la cual funciona mediante un láser. Si nuestra lectora tiene capacidad para grabar entonces además podrá usar un láser para guardar información en el CD. La mayoría de los CDs tienen una capacidad de almacenamiento de unos 700MB aproximadamente, un equivalente de hasta 80 minutos en audio alta calidad.
DVD: el DVD fue el primer gran rival del CD, y de hecho lo comenzó a desplazar en muy poco tiempo. Con una capacidad de almacenamiento de más de 4GB, el DVD se convirtió rápidamente en el medio preferido por muchos para guardar contenido multimedia, principalmente videos. Hasta hace unos 10 años aproximadamente, la gran mayoría de ventas de películas para el mercado doméstica se realizaba en DVDs, de hecho hoy en día siguen existiendo y vendiéndose, pero a su vez tienen una fuerte competencia de parte de los discos Blu-ray.
Los DVDs de mayor capacidad disponible rondan los 17GB, suficiente para una película en muy alta calidad. Inicialmente cuando fueron lanzados en los 90’s los DVDs eran caros al igual que sus lectoras, pero conforme con el paso del tiempo los costos fueron bajando al punto de que se volvió extremadamente común verlos a comienzos de la década del 2000, de hecho populares consolas de la época como la PlayStation 2 los podían leer.
Blu-ray: el querido Blu-ray es actualmente el mejor medio óptico de almacenamiento (sin contar el Archival Disc que no está disponible al público), tanto en capacidad como en velocidades de lectura y escritura a la hora de grabar. Lanzado inicialmente en el año 2006, el Blu-ray tardó en volverse popular por una cuestión de costos, ya que las lectoras era demasiado caras en la época y muy poca gente podía permitirse una.
El Blu-ray es ampliamente usado en la distribución de películas en alta calidad, así como también en la industria de los videojuegos ya que es compatible con consolas como la PS3, PS4, Xbox 360 y Xbox One. Abreviado como BD, este tipo de discos puede llegar a tener una capacidad de almacenamiento de hasta 300GB, siendo la más básica 25GB. El modelo de mayor capacidad es el Ultra HD Blu-ray, destinado principalmente al contenido en 4K.
Conclusión
Las unidades de almacenamiento son sin lugar a dudas bastante variadas, y como decíamos podemos darles distintas clasificaciones. Basándonos en las tecnologías que usan podemos clasificarlas en magnéticas, ópticas o eléctricas.
Poseen distintas capacidades para guardar datos, así como también distintas capacidades de lectura y escritura. Algunas como las ópticas pueden tener un número limitado de grabaciones antes de convertirse en un medio de solo lectura, mientras que otras como discos duros, unidades SSD y memoria USB tienen una capacidad ilimitada para esto.
Las unidades de almacenamiento sin dudas son un componente muy importante de la informática actual y lo han sido desde sus comienzos, y a pesar del avance del almacenamiento en la nube está claro que seguirán existiendo durante unas cuantas décadas más.